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En esta ocasión le dimos la vuelta a Puerto Rico en cuatro días acompañados por tres grandes amigos; Edgar Freytes, Hanzel Pellot y Athos Castro.
Sin duda darle la Vuelta a Puerto Rico es una experiencia gratificante, así lo describen nuestros compañeros de ruta en esta segunda vuelta a la isla. Es una de esas experiencias que te cambian la vida. La entrevista revela con nuestras constantes risas de complicidad, lo que Hanzel Pellot menciona durante la entrevista:
Nos conectamos todos, y fue como si todos pensáramos lo mismo al mismo tiempo».

Todos nos preparamos de formas diferentes, pero muy bien, con ropa de ciclista adicional para cambiarnos, meriendas, en nuestro caso una caseta y un colchón de aire, una bomba eléctrica para llenarlo, artículos de higiene, entre otros elementos que detallo en el escrito de nuestra Primera Vuelta a Puerto Rico.

Este recorrido fue bien especial, sentimos el apoyo de toda la comunidad ciclista durante todo el camino, nosotros cinco abriéndonos caminos entre nuestras calles llenas de auto, sin escolta, excepto en el sur que Edwin Sepúlveda nos escoltó en áreas donde el tráfico viajaba a altas velocidades. Edgar Freytes menciona:
yo sigo confiando en la gente de mi isla.»
Mucho de los preparativos para este tipo de aventura, además de ser físico es también mental, sentirte cansado y desear continuar es algo que vas más allá de tener experiencia en el ciclismo. Sentir el cansancio de los días anteriores y tener que subir cuestas el día siguiente, te lleva a lograr superar tus pensamientos limitantes.

A veces uno se pone pesimista y dice;
«ah no puedo», y se deja llevar por lo
que dice la gente, pero si tu mente
es poderosa y tu no lo has intentado,
cuando lo intentes, sabrás, es cuestión
de controlar tu mente y no importan
los obstáculos que encuentres,
buscar alternativas para seguir tratando.
Edgar Freytes

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Para ver los videos de los cuatro días grabados y editados por Edgar Freytes Momentos, aquí les comparto los enlaces:
Primer Día:
Segundo Día:
Tercer Día:
Cuarto Día:
¿Cómo realizamos el Recorrido?
Para nosotros es importante salir de nuestros hogares en bicicleta, de esa manera demostramos que un vehículo de motor no es necesario para recorrer la isla. Así que Luis «Eggie» y yo salimos de Río Piedras, nos encontramos con Hanzel Pellot y Athos Castro en Hato Rey, 6 millas después y con Edgar Freytes en Vega Baja.
Primer Día:
San Juan – Aguadilla – 98 millas
Nota: Edgar Freytes sale de Toa Baja – Aguadilla – 56 millas
Destacamos que Luis «Eggie» Ayala eligió llevar una bicicleta híbrida con parrilla para llevar las alforjas con todos los artículos más pesados, entiéndase caseta, bomba de llenar y colchón inflable (recomendamos sustituir estos artículos por una hamaca). Hanzel Pellot, Athos Castro y Edgar Freytes llevaron bicicletas tipo: Gravel y yo llevé una camella o bicicleta de ruta, a la cual le instalé una parrilla para cargar mi equipaje. El mapa de nuestra ruta lo puedes conseguir bajo Eggie Ayala en la aplicación de Strava.

Para la mayoría del grupo este fue el día con más millas, en dirección de Este a Oeste, vamos a favor del viento, lo que hace el viaje un poco más fácil, tampoco hay cuestas extenuantes. Durante el camino nos detuvimos en tres lugares para recargar bebidas hidratantes y nos detuvimos a almorzar en Hatillo. Al final le pedimos al Cuerpo de Bomberos que nos permitiera bañarnos, luego de cenar, acampamos en Playuela, una playa en Aguadilla.
Segundo Día:
Aguadilla – Yauco – 55 millas
Este fue el día que menos millas corrimos, nuestra intención era llegar hasta Ponce, gracias a Edwin Sepúlveda y su hermana Griselle Sepúlveda que nos extendieron una invitación para dormir bajo techo, llegamos hasta Yauco, donde nos esperó Pedro Pacheco, todos ciclistas, con frappe y Edwin Sepúlveda con una deliciosa pizza artesanal, además de darnos un recorrido por los atractivos del pueblo de Yauco y llevarnos a comer mantecado. Estamos más que agradecidos por su amabilidad, este gesto nos demostró que en Puerto Rico hay mucha gente maravillosa. El dormir bajo techo nos ayudó a descansar para continuar las próximas millas el día siguiente.

Nos detuvimos para agua y refrigerios en tres ocasiones, también nos estuvieron revisando las bicicletas en Mayaguez y en Yauco, además de merendar el delicioso brazo gitano típico de este pueblo.
Tercer Día:
Yauco – Yabucoa – 86 millas
En este tramo se recibe la mayoría del contra viento, los paisajes son hermosos ya que vamos por la costa, almorzamos en Salinas y nos encontramos con nuestras amistades de Guayama Edna Madera y Manuel Rivera. Luego de Salinas comenzamos a detenernos cada 10 millas a beber agua de coco, el viento nos aguantaba el viaje, ya por Guayama y Arroyo es un poco complicado encontrar la dirección para seguir a Maunabo, algunos ángeles en el camino nos dejaron saber el camino correcto, perderte puede aumentar las millas de tu recorrido.

Lo más difícil en este tramo lo fue la cuesta de Camino Nuevo en Maunabo, con todas las millas ya recorridas ese día y el día anterior nos resultaba difícil subir por esa extenuante cuesta, tuve que detenerme porque en mi espalda baja empecé a sentir dolor, me detuve, recuperé y continuamos hasta el tope. Ya arriba sentíamos una enorme satisfacción. Ya lo que tocaba era bajar para llegar a Yabucoa donde nos esperaba un grupo de personas del club de Volkswagen que estaban acampando, en su mayoría en hamacas. Fue un placer escuchar la gente alegre con su música, allí comimos pizza, nos bañamos y a dormir.
Cuarto Día:
Yabucoa – San Juan – 62 millas
Nota: Edgar Freytes sale Yabucoa – Vega Baja – 93 millas
En este tramo ya sentíamos que no nos quedaba nada muy complicado, en Humacao nos encontramos con dos chicos que nos acompañaron, además de guiarnos, conversamos con ellos. En Naguabo nos detuvimos a tomar agua de coco. En Ceiba nos espero una amiga con más agua de coco y en Fajardo un amigo Alberto Ocasio nos escoltó por toda la carretera número 3, en Luquillo almorzamos y continuamos con la escolta, lo que nos ayudó a tomar el carril y aumentar nuestra velocidad hasta llegar a nuestros hogares.
